tag:blogger.com,1999:blog-70033253048241441922024-03-14T17:48:47.659+01:00...y detrás de cada huida estabas tú......decías que tras la autopista me esperabas para huir...Kilómetro Cerohttp://www.blogger.com/profile/04872939329600922843noreply@blogger.comBlogger30125tag:blogger.com,1999:blog-7003325304824144192.post-75436677282980162202009-09-27T12:33:00.002+01:002009-09-27T12:49:00.279+01:00De cuajoNo importa que en el mundo existan más de seis mil millones de personas que respiran, coman, beban y sientan igual que cualquier otro. Da igual. Ellos son una minúscula gota dentro de un tanque de agua.<br />Yo, en cambio, siento que no hay seis mil millones de personas ni de gotas. No hay nada más. Quizá sea ese sentimiento de estar rodeado de gente, a la que ni conoces ni pretendes conocer, y sentirse solo, aislado. De otro mundo, aunque tengan diez dedos en las manos, se coman las uñas o tengan legañas nada más levantarse.<br /><br />Del colegio aprendí que por dentro somos agua, sangre, huesos y más huesos, vísceras. Tenemos órganos que nos permiten estar vivos: respirar, alimentarnos, expulsar lo que ya no nos sirve... pero no aprendí lo que era sentir, compartir o que te arranquen de cuajo todas esas vísceras y, mientras cierras los ojos, darte cuenta de que sigues vivo; que no son las vísceras lo que te han arrancado, sino el alma, todo eso que está detrás de tanta sístole y diástole. Ahí dentro hay algo más que una simple conexión de órganos, de pequeños caminos por los que viajan fluidos de todo tipo. Dentro hay algo transparente, invisible a los médicos y científicos, que no se qué forma tiene pero sí se que se hincha, te ahoga y, de repente, sientes que te falta el aire, que por la garganta suben las penas y tus ojos nadan en un pequeño mar sin peces que no hace más que desbordarse.Kilómetro Cerohttp://www.blogger.com/profile/04872939329600922843noreply@blogger.com68tag:blogger.com,1999:blog-7003325304824144192.post-11196253939911601552008-09-28T00:25:00.002+01:002008-09-28T01:07:35.407+01:00Puntos suspensivosA ella le encantaba el chico de la tienda de enfrente. Alto, enclenque, con pantalones caídos, camisetas gigantes y una mirada perdida y vacía que no decía nada. Ella decía que era irresistible, yo, en cambio, jamás me hubiera fijado en él, no porque no fuera mi tipo, sino porque era esa clase de gente que parece que pasa de puntillas por la vida, sin hacer ruido, sin molestar. Ella era todo lo contrario, es un punto de luz y color en una tarde monótona de trabajo. De piel morena, autocrítica con su imagen, bailarina frustrada y futura actriz de teatro, de cine no, porque como me dijo <span style="font-style: italic;">"ahí no puedo curtirme como tal"</span>. Sencillamente no sólo vendía bolsos como si en ello le fuera la vida, vendía sonrisas y quizás, sin que ella lo supiera, me regaló algo que a día de hoy no olvido.<br /><br />Se moría por sus huesos pero su mirada miope le impedía verle a través del escaparate.<br /><br />- Mira tú, anda, que cuatro ojos ven más que dos, a ver si me mira".<br /><br />Cuatro ojos miopes y con astigmatismo no fueron capaces de estudiar la trayectoria de su mirada pero fueron ese impulso que ella necesitaba.<br />Un trozo de papel guardado en la caja registradora fue la excusa perfecta para concertar una cita, quizá desastrosa, tal vez el principio de algo que no se cómo terminó.<br />Esa tarde de agosto no necesitábamos cambio, casi nadie entró a la tienda y había monedas y billetes de sobra en la caja. Sin embargo, un billete de cincuenta euros y su color anaranjado rompía la gama de colores azules, rojos y grises.<br /><br />- Vamos a quitarnos ese billete de en medio, ve a pedir cambio.<br /><br />Puro teatro. Eso fue lo que hicimos durante hora y media, yo era él y ella, ella misma, menos nerviosa pero temblando por dentro.<br /><br />- ¿Voy ahora? ¿Me está mirando?<br />- No sé, creo que sí.<br />- Qué vergüenza. Mejor lo dejo. Es que mira que cosa más absurda he escrito en este trozo de papel: "¿Te tomas una coca-cola después del curro?"<br />- Mejor pon refresco, que es más general, o por <span style="font-style: italic;">algo</span>, simplemente. ¡Ah! y pon puntos suspensivos tanto al principio como al final, que pone intriga a la frase.<br />- ¿Así? Bueno, voy a ello.<br />- Venga. Una, dos y ¡tres! ¡Ve!<br /><br />Andaba como un robot, tiesa y rígida. No podía parar de reirme por dentro.<br />Pidió el cambio y dejó el papel encima del mostrador. Corrió hacia la tienda como cuando una niña pequeña se cae del columpio y va hacia su madre creyendo que ella va aliviar su nerviosismo. Se escondió detrás del mostrador y empezó a gritar mientras dos clientas asustadas se miraban ojipláticas.<br />Él no tardó ni cinco minutos en contestarla un "claro que sí". Y así siguió todo. Creo que hubo una noche de besos mientras veían una película en el sofá y otra en la que durmieron juntos pero no revueltos.<br /><br /><br /><br />Esta historia se la conté a él. A tí. Sentados en un banco de Plaza de España. Te pareció algo estúpido, banal. Te conté por qué le dije que pusiera puntos suspensivos, sabes que me gusta siempre dejar algo de duda en todo, pero siguió pareciéndote antirromántico. A mí antirromántico me parecen las prisas, los paseos forzados, las no-miradas, los taxis libres que mueres por ocupar, los silencios sin sentido y las despedidas huecas.<br />Tú volvías a irte, yo me quedaba en Madrid. Esperando.<br />Una tarde, a última hora, entraste en la tienda.<br /><br />- ¿Tiene cambio? ¿Puede entregarle esto a su compañera?<br /><br />Y ella me lo dió.<br /><br /><br /><div style="text-align: center;"><span style="font-style: italic;">...¿Me condecería el honor de tomar un refresco con usted?...<br /><br />*Con puntos suspensivos, muchos puntos suspensivos... Que dan lugar a la duda.<br /></span></div><br /><br /><object width="425" height="344"><param name="movie" value="http://www.youtube.com/v/DOgIPbkKtTw&hl=es&fs=1"></param><param name="allowFullScreen" value="true"></param><embed src="http://www.youtube.com/v/DOgIPbkKtTw&hl=es&fs=1" type="application/x-shockwave-flash" allowfullscreen="true" width="425" height="344"></embed></object>Kilómetro Cerohttp://www.blogger.com/profile/04872939329600922843noreply@blogger.com10tag:blogger.com,1999:blog-7003325304824144192.post-44979189684879291482008-06-17T23:54:00.002+01:002008-06-18T00:16:02.479+01:00En el súperNo sé qué edad tiene. Ví sus manos arrugadas, las manchas marrones que coloreaban su piel y unas venas azul oscuro que parecían que iban a estallar encima de la caja de ese supermercado.<br />Y, enfrente, ella. Altiva, escondida tras su uniforme naranja chillón con cara de asco. Su vida está llena de penas, pienso, pero no tiene derecho a tratarla como lo hace.<br />Carmen, la imagino con ese nombre, tiene el pelo cardado, rubio oxigenado y más de setenta años sobre su cabeza. Le tiembla la mano derecha y apenas escucha lo que le dicen; algunas veces por su sordera parcial y otras porque no le da la gana de participar en el circo que es este mundo. Tiene los ojos vidriosos y una falda larga que cubre las varices de sus piernas.<br /><br />Jaqueline, así decía la plaquita plateada que llevaba colgada del uniforme, es bajita, morena y tiene una mueca rara que dibuja un interrogante encima de la cabeza de quien la mira. Vive en otro planeta que desde luago no es el mío. No le gusta tratar a la gente y hoy Carmen se le ha puesto entre ceja y ceja.<br /><br />Tomates, champú, lejía, papel higiénico... pasan por delante de esa máquina infernal que lee un código de barras y vomita pitidos estridentes.<br /><br />- 23.79. ¡Señora, escuche!<br />- ¿Qué dices hija?<br />- Que son 23.79 euros.<br />- ¿Cómo?<br /><br />Jaqueline aprienta las mandíbulas con fuerza.<br /><br />- ¡Veintitrés-con-setenta-y-nueeeeeve!<br /><br />Carmen desiste mientras las cajeras se ríen a su espalda. Saca cincuenta euros del monedero y empieza a contar la calderilla.<br /><br />- ¿Quieres los 79 céntimos?<br />- Como vea.<br /><br />Rebusca en su cartera. No sabe si eso es una moneda de diez o de veinte céntimos. Pone todas las monedas encima de la caja y su mano temblorosa las separa una a una para juntar los 79 céntimos. No ve tres en un burro... y necesito ayudarla.<br /><br />- Ahí van 65 céntimos.<br />- ¿Y son?<br />- Pues a ver que miro... ¡79!<br />- No sé si tengo.<br />- Déjeme.<br /><br />¿Cómo iba a saber qué moneda llevaba si en el monedero tiene botones, clips y pins?<br /><br />- Aquí están, los 79 céntimos.<br /><br />Carmen mete la compra en la bolsa y se da media vuelta con la cabeza agachada. Piensa que es un estorbo, una vieja sorda y medio ciega que es una traba para cualquiera. "Ya me queda poco" dice en silencio.<br />Per no es así. Dan igual sus arrugas, sus temblores, sus varices... importa esa sonrisa torcida cuando me dio las gracias. Esos ojos que por fin encontraron a alguien que le sostuvo no sólo el monedero, sino el día.<br /><br />Cogí mi zumo de naranja, pagué los 1,42 euros y miré a Jaqueline. "Un poco de humanidad no le vendría mal" dije... a punto estuve de tirarle el zumo a la cara.Kilómetro Cerohttp://www.blogger.com/profile/04872939329600922843noreply@blogger.com13tag:blogger.com,1999:blog-7003325304824144192.post-43494771476120653822008-03-05T18:05:00.003+01:002008-03-05T18:12:19.137+01:00¡Qué!<p>Qué quieres que te diga. No hago otra cosa más que intentar buscar algo que de verdad intente unirte más a mí; pero lo lo consigo.Y es que necesito flores en la cama, soles que llenen de luz mis mañanas, una luna que ocupe todo el cielo de Madrid una noche de frío.Necesito un Café de Mocca bien caliente, que hierva mis tripas por dentro, que calme la tiritona que una simple ráfaga de viento es capaz de causarme.<br /><br />Ayer tiré una moneda en una fuente.<br />Nunca digo los deseos porque tengo miedo de que no se cumplan.<br />¿Debería decirlos en alto?<br /><br /></p><p align="right"><a href="http://es.youtube.com/watch?v=mVmbGsEtmFI">http://es.youtube.com/watch?v=mVmbGsEtmFI</a></p>Kilómetro Cerohttp://www.blogger.com/profile/04872939329600922843noreply@blogger.com11tag:blogger.com,1999:blog-7003325304824144192.post-29122714562545183532008-02-10T19:44:00.000+01:002008-02-10T19:53:23.270+01:00AndreaCada vez que se levanta de la silla mueve sus caderas al son de melodías que ella dibuja en su boca. Su cabello ondulado acaricia el aire que le rodea y, únicamente ella sabe cómo moderse en labio inferior para contener sus nervios.<br />Juega con la goma de borrar, muerde el lápiz como si tuviera hambre.<br />Su cuello hace círculos una y otra vez y el olor de pelo no hace más que embriagarle. Él sabe que es imposible tenerla entre sus brazos porque, aunque no es de nadie, no quiere retener a esa alma tan libre.<br /><br />Las mariposas recorren sus cuerpos pero ninguna anida en ellos.<br /><br /><br /><br />Escuchando...<br />http://es.youtube.com/watch?v=AtlB4nyDQ4UKilómetro Cerohttp://www.blogger.com/profile/04872939329600922843noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-7003325304824144192.post-88898356613399432492008-02-09T16:46:00.000+01:002008-02-09T16:49:57.841+01:00EllaA veces alguien busca un rincón de esta ciudad para que nadie se entrometa en sus asustos. A veces ella lo consigue y otras, en cambio, está en medio de un escenario que es Madrid gritando todo aquello que siente. <br />Y es que ella no hace más que llamar la atención. Buscar un punto que la siga llevando por el camino de la cordura, pero sabe, que en el fondo, la locura alimenta su corazón.<br /><br />No es nada para el resto, sin embargo para él lo es todo.<br />El mundo.Kilómetro Cerohttp://www.blogger.com/profile/04872939329600922843noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-7003325304824144192.post-22510762898111612622007-11-05T21:26:00.000+01:002007-11-05T21:31:47.490+01:00VahoTe ví en el corazón de aquel disco que giraba<br />empañando los cristales con acordes de Tom Waits.<br />En el humo de la noche tu cuerpo se desnudaba<br />y rodaban por el suelo las fronteras de tu piel...Kilómetro Cerohttp://www.blogger.com/profile/04872939329600922843noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-7003325304824144192.post-82170425249258033042007-06-24T13:27:00.000+01:002007-06-24T13:40:53.190+01:00No estásA veces la gente se marcha para no volver. Te deja en el pasillo de tu casa con una culpa que pincha como miles de alfileres juntos apretados en un puño. Te apoyas sobre la pared y te dejas caer poco a poco, rozándote con algo que no es él. Te sientas en el suelo y lo único que sabes articular en un grito sordo que ni los vecinos de al lado pueden oír.<br /><br />Se lo qué he hecho mal, que me puede mi mal genio, esas ganas de que te gires y dejes de lado ese enorme orgullo que me come viva cuando sale a flote.<br />No hay nada peor que vivir en la ignorancia... de tí, de tu mundo. <br />Te busqué en los bancos, en los andenes del metro, en esa máquina dónde juegas al tenis, en la pantalla de mi móvil, en las decenas de fotografías que tengo, en los recuerdos, en cada uno de las granos de arena que me trajiste de la playa hace más de un año. Y es que no sé dónde demonios estás. Soy incapaz de llamar a tu casa, de preguntar por tí porque ni ellos saben quién soy. No yo tampoco lo sé.Kilómetro Cerohttp://www.blogger.com/profile/04872939329600922843noreply@blogger.com15tag:blogger.com,1999:blog-7003325304824144192.post-91194204247313461542007-06-03T15:58:00.000+01:002007-06-03T16:06:16.917+01:00Historias (I)<div align="justify">Esta mañana, después de tanto tiempo, he vuelto a ver mi nombre escrito en el periódico. ¿Una equivocación? ¿Una casualidad? No, no creo en ellas.<br />¿Por qué ese hombre sabía mi nombre, mi identidad? Demasiados interrogantes para un único y simple nombre.<br /><br />Eran las siete y media de la mañana cuando salí del portal de casa rumbo a la abrumadora rutina que cada día me esperaba a unas cuantas estaciones de metro. El suelo estaba húmedo y una fina lámina de hielo cubría tímidamente los coches.<br />Exhalé un poco de aire y diminutas volutas de vaho salieron de mi boca mezclándose con el frío aire que me envolvía. Ninguna sombra me acompañaba en el corto trayecto hasta el metro, tan sólo algunos escalofríos que hacían temblar mi cuerpo cubierto por decenas de capas de ropa.<br /><br />Me adentré en el interior de la tierra, bajé escaleras y más escaleras sin encontrarme con nadie hasta que llegué al andén. Varias figuras llenaban el estrecho corredor, cada una de ellas perdidas en sus propios pensamientos: unos bostezando y maldiciendo el comienzo del día, otros inmersos en melodías de canciones que despiertan no sólo el cuerpo sino también el alma, otros con los ojos clavados en cualquier baldosín del suelo... y así todos los días; observando uno a uno cada persona que dejaba tras de mí, imaginando quiénes eran, qué pensaban en esos instantes, qué soñaron anoche...<br /><br />Dos minutos, según el letrero luminoso, faltaban para la llegada del tren. Me senté en el penúltimo banco y saqué un libro del bolso. Mientras leía me sentí observada, levanté la vista y mis ojos se cruzaron con una mirada brillante y color esmeralda que fue dulcemente sostenida y dirigida a mis ojos hasta que yo la esquivé bruscamente, puesto que un leve color encarnado tintó mis hasta entonces pálidas mejillas. Continué inmersa en las líneas de aquel libro, entremezclándome con ese personaje ficticio que tanto me recordaba a un antiguo amor y que me permitía evadirme por algunos momentos del insoportable bullicio que me rodeaba.<br /><br />A lo lejos se oía el chirrido del tren, cada vez más cercano, y todos, al unísono, nos levantamos para acercarnos aún más a las vías. Aquel hombre continuaba mirándome, pero esta vez de reojo; no me gustaba esa sensación y más cuándo se aproximó a mí rozándome el brazo. Deseé que las puertas se abrieran en ese mismo instante, y así fue; el pitido que avisaba el cierre de las puertas terminó por despertame completamente. Respiré hondo, aliviada por una vez de estar rodeada de rostros desconocidos. ¿Dónde estaba?...<br />Levanté varias veces la cabeza para buscarle, incluso me puse de puntillas para mirar más allá; sin rastro de él. Me sentí seducida por esa profunda mirada, tan sólo recordaba eso, tan siquiera llegué a fijarme en las líneas de su rostro.<br />Los minutos se me antojaron horas y los empujones me impedían acercarme a la puerta para intentar respirar y despejarme las ideas. Cuatro estaciones dejé a mi espalda, abrí la puerta y una inmensa marea humana me llevaba hacia las escaleras mecánicas sin necesidad de mover mis dos pies, la corriente lo hacía por ellos. Me coloqué a la derecha, mientras veía subir aceleradamente hombres enfundados en oscuros trajes, niños con pesadas mochilas, mujeres dando los últimos retoques a su maquillaje... el mundo seguía girando a gran velocidad, seguía vivo. Mientras observaba todo ser viviente, giré instintivamente la cabeza y ahí estaba; el hombre de ojos color hierba fresca, recién cortada. Una amplia sonrisa se dibujaba en su bronceada cara, sus dientes blancos parecían perlas sacadas de lo más profundo del oceáno; era joven aunque con un gesto melancólico en esos ojos. Sacudí la cabeza y paré de observarle; continué caminando por aquellos pasillos que tanto conocía, sucios, oscuros... y de fondo esa voz que susurraba canciones de Silvio Rodríguez mañana tras mañana.<br /><br />Tan sólo faltaba una escalera para salir a la superficie, para respirar un aire cargado de humos, de olores, de rutina. Un mano me asió por el brazo y tiró suavemente de mí. Entorné los ojos y ahí estaba, petrificado, con un gesto serio y temblando.<br /><br />- ¿Leíste ayer el periódico? - su voz era cálida, nada que ver con ese gesto frío y distante que aparentaba poseer.<br /><br />- ¿Cu-cu-cuál? - la voz me empezaba a fallar.<br /><br />- El País, en uno de los suplementos. Esa sección de: Te ví...<br /><br />- Sí, lo leí. Me encanta esa sección... y más cuando aparece mi nombre escrito. - dije mientras una media sonrisa aperecía en mi cara.<br /><br />- Fuí yo quién escribió aquello, vamos, quién lo envió a la redacción del periódico. Sé que siempre lees ese suplemento, sé cómo te llamas... - un incómodo silencio se asentó entre ambos. - Llevo observándote algunas semanas, un día te ví con El País... y, ¿qué mejor idea que darte una sorpresa? <br /><br /></div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5071853774494105314" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgMv6vACltKCqUH1G-0iR8lq8rH93LJyBdqsN0AOKXEDLMdg3i9lSA17ckQDPIoBFHl8qKvH5gy1MGTedvcOdpF7mqNa5rbV2letayi9rFFS2DD-Zsq6WXWkF8tnlQ6QX0cKKRe6K9Lcl2R/s320/leyendo.jpg" border="0" /><br /><br />- ¡Y menuda sorpresa! - dije irónicamente. - El viernes, cuando salí de casa, subí a la otra boca de metro porque dentro hay un quiosco de prensa y lo compré. Me senté en el mismo banco en el que me siento todas las mañanas desde hace seis años, y abrí el periódico por esa sección. - hice una pausa. - Me gusta leer esos mensajes: alguien que quedó sorprendido por los ojos de otra persona, alguien que observando más de la cuenta se fijó en un gesto, en un rostro y quedó prendido de algo... siempre imaginé que eso era imposible, que nunca me pasaría a mí; hasta que aparecó mi nombre y una brevísima descripción... ese mismo día, a esa hora yo estaba ahí, en esa estación de tren, leyendo ese libro con el mismo título que pusiste en el mensaje. - suspiré, tratando de recuperar el aire que gasté cuando hablaba deprisa, sin pensar. -<br /><br />Eran las ocho y cinco, si no me daba prisa llegaría tarde a clase. Él notó mi impaciencia aunque intenté ocultarla.<br /><br />- ¿Tienes que marcharte, verdad?<br /><br />- Sí... en diez minutos empiezo las clases... ¿Tienes pensado hacer algo ahora? - me arrepentí de haber formulado aquella estúpida pregunta.<br /><br />Él sonrió.<br /><br />- Debería ir al instituto - miró su reloj - aunque ya llego tarde a la primera clase. ¿Tomamos un café?<br /><br />No supe que contestar, era un completo desconocido, aunque el hecho de que lo fuera me atrajo aún más. Acepté ese café.<br /><br />Subimos las escaleras que llevaban hasta la calle, en silencio, mirándonos de reojo. Yo temblaba, no sabía qué preguntar. ¿Cómo se llamaría? ¿Cuándo me vió por primera vez? ¿Qué vió en alguien como yo?... Estaría ciego, nunca entendí por qué había personas que se fijaban en mí.<br /><br />Mi nombre en el periódico, por segunda vez... la primera fue una broma infantil de un viejo amigo; pero esta vez era real, alguien que no conocía intentaba conocerme mientras, sentado o de pie, me miraba con, al menos, un mínimo de atención.<br /><br />- Odio los silencios. - dijo él sin más- Voy a llevarte a otro lugar, un lugar donde sirven el mejor café de Madrid, pero tenemos que volver bajo este suelo que estamos los dos pisando, ¿te parece?<br /><br />- De acuerdo. - sonreí - Me gustan las huidas y más cuando no se planean. ¿Sabes qué? Podríamos ir al fin del mundo tras ese café. - dije con tono burlón.<br /><br />Dimos media vuelta y nos metimos en el metro, decenas de personas iban en nuestra contra, salían a toda prisa, deseando tener sobre sus cabezas no una ciudad entera, sino el cielo.Kilómetro Cerohttp://www.blogger.com/profile/04872939329600922843noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-7003325304824144192.post-20773834469188040842007-05-02T18:57:00.000+01:002007-05-02T18:59:30.920+01:00Princesas<div align="right"><br /></div><div align="justify">—¿Sabías que el mar aquí es muy importante? Donde más.</div><div align="justify"></div><div align="justify"><br /></div><div align="justify">—No hay mar aquí.<br /><br /></div><div align="justify">—Por eso es donde más se piensa en él. Las cosas no son importantes porque existen, son importantes porque se piensa en ellas. Mi madre lo dice siempre, que existimos porque alguien piensa en nosotros y no al revés. Dice que lo dijo no se quien, pero yo creo que se lo inventa ella. Se lo inventa todo según le convenga. Yo en realidad, no creo mucho en Dios, ni soy muy muy religiosa ni nada; mi madre si lo es, yo no. Lo único, sí he pensado... y creo que... bueno, que lo peor no sería que no hubiera nada después de la muerte, lo peor sería que hubiera otra vida. Y que fuera como esta.</div><div align="justify">Dicen que las princesas son tan sensibles que notan la rotación de la tierra, que si están lejos de su reino se enferman, que hasta se pueden morir de tristeza.</div><div align="justify"></div><div align="right"><br /></div><div align="right"></div><p><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5060023308260265138" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="http://bp1.blogger.com/_iyfOvBA-Buc/RjjQY8QMzLI/AAAAAAAAAC0/68DM1c_GW6U/s320/P.jpg" border="0" /></p><p></p><p align="right"><em><a href="http://www.princesaslapelicula.com/">PRINCESAS de Fernándo León de Aranoa</a></em><br /></p><div align="justify"></div>Kilómetro Cerohttp://www.blogger.com/profile/04872939329600922843noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-7003325304824144192.post-32588726673737312007-03-27T12:39:00.001+01:002007-03-29T13:40:40.337+01:00Amar - amor<div align="center"><em>La sociedad está plagada de yonquis del amor; </em></div><div align="center"><em>sin dosis a medida, </em></div><div align="center"><em>enganchados a metadonas, </em></div><div align="center"><em>escondidos en vertederos como si amar fuera un delito...<br /><br /></em></div><div align="center"><em></em></div><div align="center"><em><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5047324060056755714" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhCJ55_a8Aqmc1B-66QUpaalAVX_LWKJlc3dEosfJj3_G3QrLLmRJSS5xaEMm12UuFkzfVTRA90mRgLkb3CEyF6tMEPfPYn66s2uPaPTWUoyYiAF7P2DGadAFjjpS7E72cU2fDtxHSai1kr/s320/infeccion_droga.jpg" border="0" /></em></div>Kilómetro Cerohttp://www.blogger.com/profile/04872939329600922843noreply@blogger.com9tag:blogger.com,1999:blog-7003325304824144192.post-39829948058813380442007-03-19T19:24:00.000+01:002007-03-19T19:33:00.826+01:00Será<div align="center">Será que el último verano se escapó en otro metro,<br />que en este vagón no sale el sol,<br />que ayer no llamaste por teléfono.<br /><br />Será que es temprano y no quiero ir al trabajo,<br />será que tu olor nunca llega hasta aquí abajo,<br />serán tus retrasos.<br /><br />Será que este contrato temporal no entiende<br />de tardes de cine, de huidas por Madrid<br />ni de amaneceres entre sábanas.<br /><br />Será que hace frío y me duele saber<br />que no eres hoy mi manta,<br />será que aún no vives conmigo<br />en aquella casa de paredes de colores.<br /><br />Será la rabia, que cierra mis puños,<br />que deja mis sienes repletas de nubes, </div><div align="center">mis manos secas y vacías de ti.</div><div align="center"><br />Será que el reloj me duele.</div><div align="center">Será por eso que este alma cansada</div><div align="center">te echa de menos.<br /><br /></div><div align="center"></div><div align="center">Llega mi parada. </div><div align="center">Espérame en la estación.</div>Kilómetro Cerohttp://www.blogger.com/profile/04872939329600922843noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-7003325304824144192.post-18096469635119124892007-03-13T21:36:00.000+01:002007-03-13T21:42:11.390+01:00De ti<div align="center"><br />De ti,<br />tu mirada, tu ironía<br />tu siete de la suerte, tus heridas.<br />Tus nubes sobrevolando mi vida<br />tus pasos, mis errores, tus abrazos.<br /></div><div align="center"><br />De ti,<br />los domingos por la tarde<br />la sensación de ser mejor que nadie;<br />el último eslabón de tu cadena,<br />los besos entre platos de la cena.<br /><br /><br />Ya no sé cómo decirte<br />cuánto me llenas<br />ojalá que este sueño real<br />valga la pena.</div><div align="center"></div><div align="center"></div><div align="center"><br /><br /><br /></div><div align="right">[Escuchando: Slowly - Luis Eduardo Aute]</div><div align="right"><a href="http://www.goear.com/listen.php?v=5f45d71">http://www.goear.com/listen.php?v=5f45d71</a></div><div align="right"></div>Kilómetro Cerohttp://www.blogger.com/profile/04872939329600922843noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-7003325304824144192.post-3633734619308800692007-03-11T23:20:00.000+01:002007-03-12T23:22:49.217+01:00Siempre<div align="justify">Siempre hay quien no cree en ti, quien a la hora de emprender cualquier nueva actividad te dice que pierdes el tiempo, que nunca llegarás a nada, que todo esfuerzo es inútil y la esperanza vana, que no fuiste llamada a tan altas metas, que la suerte nunca pasó por tu barrio, que el triunfo es sólo una cosa de la televisión, que tu estrella se apagó hace tiempo, que las cosas no dependen de ti y quizás sea mejor así.<br />Siempre hay una voz agorera que te pronostica el fracaso, alguien que te recomienda que pares en tu empeño, que incluso juzga ridículo tu deseo, quien duda de ti y desconfía de tu capacidad. El problema es que ese alguien sueles ser tú mismo.<br /><br /></div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"><span style="font-size:85%;color:#ff6600;"><em></em></span> </div><div align="justify"><span style="font-size:85%;color:#ff6600;"><em>Escucha: A.un.minuto.de.ti. - Mikel.Erentxun.</em></span><br /><embed src="http://www.youtube.com/v/VQ6KgtUkWNU" width="425" height="350" type="application/x-shockwave-flash" wmode="transparent"></embed> </div><p></p><p align="right"><span style="font-size:85%;"><em>Bebo el agua que viene conmigo, </em></span></p><p align="right"><span style="font-size:85%;"><em>estoy estancado en tu reflejo.</em></span></p><p align="right"><span style="font-size:85%;"><em>Solamente de ti, gota a gota, </em></span></p><p align="right"><span style="font-size:85%;"><em>solamente de ti, veneno y sed. </em></span></p><p align="right"><span style="font-size:85%;"><em>Llegaré solo hasta el umbral. </em></span></p><p align="right"><span style="font-size:85%;"><em>¡Qué puedo perder! </em></span></p><p align="right"><span style="font-size:85%;"><em>Me atreveré, cuento un paso más. </em></span></p><p align="right"><span style="font-size:85%;"><em>No soy como tú. </em></span></p><p align="right"><span style="font-size:85%;"><em>A un minuto de ti, voy detrás de ti. </em></span></p><p align="right"><span style="font-size:85%;"><em>A un minuto de ti, te seguiré.</em></span> </p>Kilómetro Cerohttp://www.blogger.com/profile/04872939329600922843noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-7003325304824144192.post-90487640832332204512007-03-09T19:16:00.000+01:002007-03-09T19:24:09.608+01:00Caiste del cielo<div align="justify">Guardo en un cajón la camiseta del Hard Rock de una ciudad que no existe...</div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"><br /></div><p align="center"><object codebase="http://download.macromedia.com/pub/shockwave/cabs/flash/swflash.cab#version=" height="75" width="366" classid="clsid:D27CDB6E-AE6D-11cf-96B8-444553540000"><param name="_cx" value="9684"><param name="_cy" value="1984"><param name="FlashVars" value=""><param name="Movie" value="http://www.goear.com/files/localplayer.swf"><param name="Src" value="http://www.goear.com/files/localplayer.swf"><param name="WMode" value="Window"><param name="Play" value="-1"><param name="Loop" value="-1"><param name="Quality" value="High"><param name="SAlign" value=""><param name="Menu" value="-1"><param name="Base" value=""><param name="AllowScriptAccess" value=""><param name="Scale" value="ShowAll"><param name="DeviceFont" value="0"><param name="EmbedMovie" value="0"><param name="BGColor" value=""><param name="SWRemote" value=""><param name="MovieData" value=""><param name="SeamlessTabbing" value="1"><param name="Profile" value="0"><param name="ProfileAddress" value=""><param name="ProfilePort" value="0"><param name="AllowNetworking" value="all"><param name="AllowFullScreen" value="false"><embed src="http://www.goear.com/files/localplayer.swf" flashvars="file=2e481cf" quality="high" pluginspage="http://www.macromedia.com/go/getflashplayer" type="application/x-shockwave-flash" width="366" height="75"></embed></object></p><div align="right"><em><span style="font-size:85%;color:#ff6600;">Escucha: Pablo Moro - Como caídos del cielo</span></em></div><div align="justify"><br />Lejos, en las costas de la isla del tesoro, alguien vuelve a naufragar...</div><div align="justify"><br /><br /></div><div align="center"><strong><span style="font-size:130%;">[como.caídos.del.cielo.]</span></strong> </div>Kilómetro Cerohttp://www.blogger.com/profile/04872939329600922843noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-7003325304824144192.post-40251637041954008512007-02-28T23:05:00.000+01:002007-02-28T23:11:58.312+01:00Planes<div align="justify">Hacer planes para nada, la mayoría se quedan en proyectos frustrados, en idílicas ideas abortadas que siempre parecen mejores que lo real, y sin embargo no podemos seguir adelante sin ellos, lanzarnos ciegos al vacío de los días para improvisar respuestas a preguntas desconocidas, porque sabemos que no seremos capaces de tomar decisiones apresuradas y nos sentimos indefensos sin el apoyo reconfortante de nuestros planes, siempre perfectos, siempre errados, en los que nada parece poder fallar, pero algo ocurre en algún momento que impide nuestros deseos, a veces otros se nos imponen desde fuera frustrando el futuro que creíamos perfectamente diseñado, otras ni siquiera nos damos cuenta, pasan los días y compruebas que todo aquello que ibas a hacer aguarda aún su turno, relegado a una oportunidad mejor que parece no llegar nunca, y el tiempo se acelera y comienzas a pensar que nada de lo que planeaste se cumplirá.<br /></div><div align="justify"></div><div align="justify"><br /></div><div align="justify">Así que me debato en la indecisión de planear el futuro o no, de arriesgarme a caminar desprovista de soluciones o de sentir el desencanto de ver cómo todo lo que imaginamos desaparece una vez más sumergido en las insondables aguas del mar del olvido.</div>Kilómetro Cerohttp://www.blogger.com/profile/04872939329600922843noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-7003325304824144192.post-71324872283141535582007-02-25T17:18:00.000+01:002007-02-25T17:30:07.147+01:00Como hablarComo hablar, si cada parte de mi mente es tuya;<br />si no encuentro la palabra exacta, como hablar.<br />¿Cómo decirte que me has ganado poquito a poco?<br />Tú que llegarte por casualidad..<br /><br /><br /><p align="center"><embed src="http://www.youtube.com/v/SGoF_TNmdQY" width="425" height="350" type="application/x-shockwave-flash" wmode="transparent"></embed></p><div align="center">A veces te mataría y otras, en cambio, te quiero comer...</div><div align="center"></div><div align="center"><br /></div><div align="right"><em></em></div><div align="right"><em></em> </div><div align="right"><em></em> </div><div align="right"><em>Hay melodías que se escuchan </em></div><div align="right"><em>en un momento exacto del día.</em></div><div align="right"><em>Anoche, dando vueltas ý buscando un sitio </em></div><div align="right"><em>por cualquier calle de Madrid,</em></div><div align="right"><em>sonó esta canción en la radio.</em></div><div align="right"><em>Cada uno cantó un trozo.</em></div><div align="right"><em>Cada frase hablaba por nosotros mismos.</em></div><div align="right"><em><strong>Como hablar de casualidades en la vida </strong></em></div><div align="right"><em><strong>si tú eres la más grande.</strong></em></div>Kilómetro Cerohttp://www.blogger.com/profile/04872939329600922843noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-7003325304824144192.post-85425816230475167132007-02-22T23:37:00.000+01:002007-02-23T00:41:32.256+01:00Soledad y dependencia<div align="justify">En alguna parte de mí hay un rincón que se alimenta del miedo. Del temor a estar sola y desdibujar mundos pintados a todo color. Todos nos hemos sentido así alguna vez. Pero estos días más que nunca.<br /><br />Quizás esas noches en la cama, mirando a un oscuro techo y tapada con el edredón no son más que decenas de lágrimas que creen intuir una soledad al otro lado de la realidad. Y es que creo que no he nacido para estar sola en este mundo.<br /><br />En un momento dado alguien te agarra del brazo cuando estás a la deriva; encontrando un lugar. Tu lugar. Y desde ese mismo instante crees, por dentro y en silencio, que le debes la vida. Una vida que empiezas a construir cuando esa mano toca tu brazo, cuando las mismas melodías envuelven las casualidades por las que la vida decide coser a dos seres en uno solo. Y después vienen los sueños; que cuando uno cae en ellos es imposible resistirse a la tentación de no soñar despierta, lejos de almohadas y sábanas.<br /><br />El recelo a la soledad es capaz de crear enormes monstruos en nuestra mente y desear unirnos a alguien para siempre. Eternamente. Y aquí es donde aparece la dependencia. Las ansias de abarcarlo todo, de saberse inmortal. Es como una droga pero ésta no destroza a quienes te rodean; te destruyen a <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_0">ti</span>. A veces te matan pero otras... <strong>te dan la vida.<br /><br /><br /></strong></div><div align="justify"><strong></strong></div><div align="justify"><strong></strong></div><div align="right"><span style="font-size:85%;"><em></em></span></div><div align="right"><span style="font-size:85%;"><em>Soledad, aquí están mis credenciales, </em></span></div><div align="right"><span style="font-size:85%;"><em>vengo llamando a tu puerta</em></span></div><div align="right"><span style="font-size:85%;"><em>desde hace un tiempo, </em></span></div><div align="right"><span style="font-size:85%;"><em>creo que pasaremos juntos temporales, </em></span></div><div align="right"><span style="font-size:85%;"><em>propongo que tú y yo </em></span></div><div align="right"><span style="font-size:85%;"><em>nos vayamos conociendo.</em></span></div><div align="right"><span style="font-size:85%;"><em></em></span></div><div align="right"><span style="font-size:85%;"><em></em></span></div><div align="right"><span style="font-size:85%;"><br /><em>Aquí estoy, te traigo mis cicatrices,</em></span></div><div align="right"><span style="font-size:85%;"><em>palabras sobre papel pentagramado,</em></span></div><div align="right"><span style="font-size:85%;"><em>no te fijes mucho en lo que dicen,</em></span></div><div align="right"><span style="font-size:85%;"><em>me encontrarás en cada cosa que he callado.</em></span></div><div align="right"><br /><span style="font-size:85%;"><em>Ya pasó, </em></span></div><div align="right"><span style="font-size:85%;"><em>ya he dejado </em></span><span style="font-size:85%;"><em>que se empañe la ilusión </em></span></div><div align="right"><span style="font-size:85%;"><em>de que vivir es indoloro. </em></span></div><div align="right"><span style="font-size:85%;"><em>Qué raro que seas tú quien me acompañe, soledad, </em></span></div><div align="right"><span style="font-size:85%;"><em>a mi, que nunca supe bien cómo estar solo...</em></span></div><div align="justify"></div><div align="right"><em><span style="font-size:85%;"><strong></strong></span></em></div><em><span style="font-size:85%;"><div align="right"><br /><strong>Soledad - Jorge Drexler</strong></div><div align="right"><strong></strong> </div><div align="right">Click para escucharla: <a href="http://www.goear.com/listen.php?v=fc7957a">http://www.goear.com/listen.php?v=fc7957a</a></span></em></div>Kilómetro Cerohttp://www.blogger.com/profile/04872939329600922843noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-7003325304824144192.post-43400711059536146742007-02-07T20:27:00.000+01:002007-02-07T20:36:40.428+01:00VértigoY es que, a veces, hay canciones que giran y giran para alcanzar de lleno tus oídos y quedarse ahí para siempre.<br /><br /><p align="center"><object height="350" width="425"><param name="movie" value="http://www.youtube.com/v/SdE5F6UlpAM"><param name="wmode" value="transparent"><embed src="http://www.youtube.com/v/SdE5F6UlpAM" type="application/x-shockwave-flash" wmode="transparent" width="425" height="350"></embed></object></p><div align="center"><span style="font-size:130%;"><strong></strong></span></div><div align="center"><span style="font-size:130%;"><strong></strong></span></div><div align="center"><span style="font-size:130%;"><strong></strong></span></div><div align="center"><span style="font-size:130%;"><strong></strong></span></div><div align="center"><span style="font-size:130%;"><strong></strong></span></div><div align="center"><span style="font-size:130%;"><strong></strong></span></div><div align="center"><span style="font-size:130%;"><strong></strong></span></div><div align="center"><span style="font-size:130%;"><strong></strong></span></div><div align="center"><span style="font-size:130%;"><strong></strong></span></div><div align="center"><span style="font-size:130%;"><strong></strong></span></div><div align="center"><span style="font-size:130%;"><strong></strong></span></div><div align="center"><span style="font-size:130%;"><strong></strong></span></div><div align="center"><span style="font-size:130%;"><strong></strong></span></div><div align="center"><strong><span style="font-size:130%;">[ y.ahora.cambiemos.el.mundo.</span></strong></div><div align="center"><strong><span style="font-size:130%;">que.tú.ya.has.cambiado.el.mío. ]<br /><br /></span></strong></div><div align="center"></div><div align="center"><strong><span style="font-size:130%;"></span></strong></div><div align="center"><strong><span style="font-size:130%;"></span></strong></div><div align="center"><strong><span style="font-size:130%;"></span></strong></div><div align="center">Vértigo, que el mundo pare, que corto se me hace el viaje.</div><div align="center">¿Me escucharás, me buscarás, </div><div align="center">cuando me pierda y no señale el norte la estrella polar?</div><div align="center"></div>Kilómetro Cerohttp://www.blogger.com/profile/04872939329600922843noreply@blogger.com11tag:blogger.com,1999:blog-7003325304824144192.post-8287811240614889042007-02-04T16:30:00.000+01:002007-02-04T16:58:21.625+01:00Mentir (me)<div align="center"><strong><em><span style="color:#660000;">Subida a tu terraza me planteo si será una ilusión. </span></em></strong></div><div align="center"><em><span style="color:#660000;"><strong>No me lo creo.</strong><br /></span></em></div><div align="center"><strong><em><span style="color:#660000;">¿Yo miro y tú te escondes </span></em></strong></div><div align="center"><strong><em><span style="color:#660000;">hacia dentro cerrando aquel portón?</span></em></strong><strong><em><span style="color:#660000;"><br /></span></em></strong><br /></div><div align="justify">Fue la imaginación quién marcó a fuego en mi piel aquel instante; una luz fantasmagórica en medio de millones de gotas de agua que desgarraban Madrid en jirones de locura.<br />Sólo una imagen y decenas de colores que flotaban como hojas secas empujadas por el viento sin un sentido definido.<br /><br />Estoy cansada de recrear aquello en mi mente, de falsear la realidad para perfilar sobre un espejo una sonrisa cuando me reflejo en él. Nada de eso ocurrió, no me subí a ninguna terraza porque en esta inmensa y monótona ciudad no existen; ¿o sí? </div><div align="justify">Miro hacia arriba y sólo encuentro edificios que se imponen en medio de un cielo que cada día está más lejos de mis pies; que no aguarda mi cabeza porque algo le arrebató ese poder tan preciado. ¿Qué me queda entonces? Ilusiones fabricadas de cosas imposibles.<br /><br />Me miento cada día al asomarme al mundo y ver que se oculta a mis ojos; siempre quiero pensar que está demasiado ocupado para bajar y sentarse a mi lado a escuchar mis miedo, mis temores. Otras veces pinto en el aire una terraza para que nadie llegue hasta ella y subo infinitas escaleras hacia el cielo para alcanzarla pero nunca llego. Los pasos entre la ilusión y la realidad tienen un principio pero no un fín.<br /><br />LLueve y las gotas deshacen cada dulce empeño que sale de mis poros, todas ellas intentan mentirme a cada paso que doy, quieren nublarme la vista con imágenes que amenazan los recuerdos que encerré en miquebradiza memoria. Quiero intentar espantarlas. Agito los brazos con violencia como si intentara escapar de millones de motas de polvo asesinas pero todo es en vano.<br /><br /></div><div align="justify"></div><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5027705010291484818" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiW_0qs-kjtqG_7XgIMEQ8mBjLY3H242DcmsRqpyokjI9-hnOOdHMf0B5HZ8X3N3sgvRNOvIBxrmJbfJWWvgHIlYQFriV0nn_XtFuMoW5Gu457yjm-Powzb-CgOmYqfbKqq7R3r4qFlU61Y/s400/lluvia.jpg" border="0" /> <p align="justify">Las frías y grises gotas de lluvia me aplastan contra el suelo, acortando mis ansias de volar y desplegar mi batería de sueños y balas que usé para atacar vagabundas almas. Sólo le pido una cosa antes de acabar pisoteada en medio de las aceras de Madrid: quiero que la lluvia se lleve todo el color y el agua se convierta en regueros multicolor que alcancen cada esquina para vaciar el dolor tranformándolo en besos dulces que hagan desaperecer la amargura de quién jamás besó con pasión y cerrando los ojos para envolverse en su sabor. Que haga desaparecer esa luz que tienes dentro; pero sobre todo que se lleve mi imaginación a los confines del mundo; no la necesito más:</p><p align="center"><span style="font-size:130%;"><span style="font-size:100%;">[</span> </span><span style="font-size:78%;"><strong>no tengo </strong></span><strong><span style="font-size:85%;">una terraza</span> </strong></p><p align="center"><strong>para <span style="font-size:180%;">echarla a volar</span>... </strong><span style="font-size:180%;">]</span> </p><p align="center"></p>Kilómetro Cerohttp://www.blogger.com/profile/04872939329600922843noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-7003325304824144192.post-17850936656683205432007-01-29T21:35:00.000+01:002007-01-29T21:50:39.675+01:00Dispárame un te quiero<div align="center">Otro domingo sin historia, el <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_0">frío</span> que todo lo abriga.<br />En los carteles arrancados de conciertos atrasados,<br />en los letreros de las tiendas que anuncian cese de negocio<br />y en los <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_1">semáforos</span> en rojo de carreteras desiertas.<br /><br />Siempre veo enemigos en la sonrisa de la gente,<br />en callejones sin salida<br />o en una <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_2">dirección</span> prohibida.<br /><br />Estoy cansada de fallarme,<br />estoy cansada de fallarte,<br />y empezaré muy pronto a odiarme<br />si no empiezo enseguida a amarte.<br /><br />He facturado un te quiero<br />para que hoy viaje a tu encuentro,<br />para que llegue hasta tu puerta<br />solamente con lo puesto.<br /><br />He facturado un deseo<br />a las caderas del cielo,<br />sólo cuando estoy contigo<br />siento que vuelvo a estar conmigo. </div><div align="center"><br /></div><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5025556934598341666" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgl6Ro5st4NsEuypR9cpSiosR19FLW3u-a4DPd8jyLCJnD3BUbFDUZuHwKg4g5heUx1HlKsEwnkQFHnJEZaDZKgXLcRCEv0N4e76CELemfWONClMVe0L7EXTr8qnUPljdtdqHQNBBg7Ii_S/s400/x1pjzF2-RYhxRX9cRDrs0UpaQYKUz4IyLeGeu7mCIiuqQm5OcpQreTWLWN5OY4xYlnJpExMGgC5xiky6bsFui1I8g4yfxwcPcIdYoN25fMUq3jLt5fMoO6-lg.jpg" border="0" /> <p align="center"><br />Que nos corten el teléfono, el gas, las luz y el agua;<br />y que amanezca una mañana cortado el mundo por impago,<br />que se desnude la despensa si vuelves tú a desnudarme,<br />que vuelva a no contar el tiempo si cuentas tú en cada instante.<br /><br />Y tú <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_3" onclick="BLOG_clickHandler(this)"><span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_0" onclick="BLOG_clickHandler(this)">dispárame</span></span> un te quiero,<br /><span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_4" onclick="BLOG_clickHandler(this)"><span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_1" onclick="BLOG_clickHandler(this)">hazme</span></span> el blanco del resto de tu vida<br />y <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_5" onclick="BLOG_clickHandler(this)"><span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_2" onclick="BLOG_clickHandler(this)">pon</span></span> tu nombre a mi corazón.</p><p align="center"></p>Kilómetro Cerohttp://www.blogger.com/profile/04872939329600922843noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-7003325304824144192.post-19093573016768104022007-01-21T15:07:00.000+01:002007-01-21T23:50:37.979+01:00Volar<div align="justify">Siempre he soñado con volar, con estar por encima de las baldosas del suelo, aunque tan sólo sean unos pocos centímetros.</div><br /><div align="justify"></div><div align="justify">No tengo alas. No pude fabricarlas así como así. Pero tú lo hiciste por mí hace ya tiempo. No recogiste una a una todas las plumas de pájaro que encontrabas por el suelo de esta ciudad. Ni tampoco llenaste de papel mis brazos para simular unas. Construíste sueños que colgaban de las estrellas, plantaste ilusiones en cada paso que dábamos juntos e...</div><br /><div align="justify"></div><div align="center">...inflaste decenas de globos </div><div align="center">para que volara de verdad unos segundos...</div><br /><br /><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5022487424551105554" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiuJqGGF4pUk9MshnAHX6UQrKmfbly33U-0J0ZPA4orA4e1ptS2M2Km8U3QvFApUbjM2qicNgbWs79wPhLom3DS8Pf1RYGP0ciK_cxFop6JhvXI9FoHswiLV_BQ1JcFE_8qZo_tUUGoy5hf/s400/Globos.jpg" border="0" /><br /><div align="center">Gracias a eso supe qué era estar cerca de las nubes</div><div align="center">y que las mariposas no sólo inundaron mi tripa, </div><div align="center">sino también mi corazón.</div><div align="center"></div><div align="center"></div>Kilómetro Cerohttp://www.blogger.com/profile/04872939329600922843noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-7003325304824144192.post-70483753623091831072007-01-15T14:30:00.000+01:002007-01-15T14:56:38.047+01:00Mensajes en las botas<div align="center">Ya no me dejas mensajes en las botas </div><div align="center">que me recuerden tus besos en mi boca.</div><div align="center">Ya no me dejas un sitio en la cama </div><div align="center">para que sienta todo lo que me extrañas.<br /></div><div align="center"><br />Ya no susurras palabras al oído</div><div align="center">que me conviertan en tu único testigo.</div><div align="center">No sé si acaso el invierno te ha llegado </div><div align="center">con una lluvia que te ha dejado helado.</div><div align="center"></div><p align="center">Y ya ves, algo está cambiando y no sé si es amor o ya no lo es... </p><div align="center"></div><div align="center"></div><div align="center">Ya no caminas tan cerca de mi lado,</div><div align="center">ya no me miras de arriba para abajo.</div><div align="center">Hoy te despiertas de alguna pesadilla </div><div align="center">y mañana me tiras de tu silla. </div><div align="center"></div><div align="center"><br /></div><div align="center"></div><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5020251735159747586" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg29on1aDTXqmaIO5EUoKtjgV4jvOgwivjMvWQOVI58uJYLCNaSZlpQZluhVAD33r8kC6MfqWE1ufhM4S36sGDPm2MT2g_H19FKoOxDnWnhS1ouVtaaWi97L64_TJlc2lxik1Pu0sHEITfY/s400/silla.jpg" border="0" /><br /><div align="center">Yo quiero a tus flechas y heridas </div><div align="center">ponerle algo que te vuelva a la vida.</div><div align="center">Tú ya no quieres con nadie explicarte,</div><div align="center">yo ya no soy con la que vas a todas partes.<br /><br /></div><div align="center"></div><div align="center">Ya ves, retrocedo para no ser justo lo que tú no quieres ver... </div><div align="center"><br /></div><div align="center"></div><div align="center"></div><div align="center">Algo está cambiando,</div><div align="center">algo está pasando, algo no está rodando </div><div align="center">y no sé qué es. </div><div align="center">Me estás matando, me estás devorando una y otra vez.</div><div align="center"></div><div align="center"></div><div align="center"><br />Ya no me miras sin ver ningún pecado,</div><div align="center">ya no sonríes como mi buen aliado,</div><div align="center">ya no me atrapas antes de la comida </div><div align="center">con un abrazo en mitad de la cocina.<br /></div><div align="center"></div><div align="center"></div><div align="center"></div><div align="center"></div><div align="center"><span style="font-size:0;"></span></div><div align="center"><br /></div><div align="center">Ya ves, retrocedo para no ser justo lo que tú no quieres ver...</div>Kilómetro Cerohttp://www.blogger.com/profile/04872939329600922843noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-7003325304824144192.post-53811421492997791732007-01-09T20:46:00.000+01:002007-01-15T14:55:47.815+01:00La estación<div align="center"><span style="font-size:0;"></span></div><br /><div align="center">Te has anclado en la estación </div><div align="center">y tu rostro se diluye por las páginas en blanco de mi vida</div><div align="center">y aún no sé si el tren se partió en dos </div><div align="center">o era mi alma que lloraba flores muertas </div><div align="center">o el delirio quién lloró,</div><div align="center">o era lluvia, o fue tu piel, o el cielo en alto, </div><div align="center">o las calles, o los perros o la nieve en tu portal.</div><br /><div align="center">Me impediste concretar la despedida, </div><div align="center">y te fuiste tan deprisa </div><div align="center">que no pude respirar </div><div align="center">ni agarrarme a la ciudad en la que todo se hundía.<br /></div><br /><div align="center">Y ví el mar en la Gran Vía </div><div align="center">y soñé con navegar, </div><div align="center">y soñé con naufragar entre las mantas </div><div align="center">que me echaste por encima aquella noche </div><div align="center">que llegué tan desnuda, tan así, tan imperfecta.<br /><br /></div><div align="center">Y ahora doy </div><div align="center">a los mendigos el adiós </div><div align="center">que no te dí</div><div align="center">y me duermo en la estación.<br /><br /><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5018123289290144866" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiMW8pHxBReElInDZCG83t5_ENYNv7ANx7ze0FuGWNDgXutU3E5QTNC7ibMJm0XRZ0zLI0ZfuyGhN4elcxFDKxqNjlqCc_p-RNxzNoCXCWaL80u4in-f_8J0zdOttxttLjbt3E-y_wD9GGG/s400/Estacion_de_tren__La_Plata_by_sir_brodie.jpg" border="0" />Te has anclado en la estación</div><div align="center">y tus ojos se diluyen entre lágrimas gigantes</div><div align="center">que explotan al caer.<br /><br /></div><div align="center">Alguien tiene que perder cuando se juega,</div><div align="center">solo quise verte muerto y enterrado en un papel.</div><div align="center">Tu recuerdo en un papel, en una carta, </div><div align="center">junto a todos los poemas que un invierno te escribí.<br /></div><br /><div align="center">Tanto frío y un dolor que no se borra, </div><div align="center">que le duele hasta a mi sombra cuando le roza tu voz.</div><div align="center">Y ahora duermo en la estación. </div>Kilómetro Cerohttp://www.blogger.com/profile/04872939329600922843noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-7003325304824144192.post-777741382105134772007-01-07T15:32:00.000+01:002007-01-07T23:23:06.621+01:00Historias Pasadas (II)<p align="justify">[Continución y final de: <a href="http://www.blogger.com/email-post.g?blogID=7003325304824144192&postID=4696888693432499238"><span style="color:#993399;">Historias Pasadas (I)</span></a><span style="color:#000000;">]</span></p><p align="justify">Una<span > lágrima se asomaba a sus verdes ojos cuando aquél abrazo llegó a su fin. El silencio se acomodó entre ambas mientras que fuera la lluvia repiqueteaba en los cristales; al menos algo irrumpía esa</span> sensación de que todo estaba en el aire, flotando.<br /><br />Ella se sentó en el sofá dejando reposar todos sus temores e inclinó su cabeza con un gesto de cansancio mientras que yo deambulaba por el desván. Me apoyé en la pared y la observé detenidamente. Un mechón de pelo caía por su frente y su mirada estaba perdida navegando en inmensos mares sin islas dónde naufragar. Quise inundarla de preguntas y de reproches pero había algo dentro de mí que soñó tanto con ese momento que no quise estropearlo. No. Más no.<br />Me sentí débil e insignificante mientras hacía un fugaz repaso de todas aquellas noches en las que abrazaba mi almohada imaginando que era ella; otras, me sentaba al borde de mi cama y hablaba con el aire que me rodeaba creyendo, ilusa de mí, que al abrir mi ventana mis palabras no quedarían volando sobre nuestras diminutas cabezas sin un rumbo fijo, sino que irían ágiles a parar en sus oídos mientras ella dormía.<br /><br />Cada una andaba perdida en sus difusos pensamientos cuando se rompió el silencio.</p><p align="justify">- Gracias por venir... - dijo ella mientras levantaba la cabeza y clavaba sus grandes ojos en mí.<br /><br />Tantos, tantos años sin oír su voz hicieron temblar todos esos cimientos sobre los cuáles construí mi mundo sin ella. La dulce melodía que salió de su boca me cautivó y me hechizó tanto que incluso cerré los ojos intentando repetir ese momento; pero de tanto usar durante años aquel artificio de imaginación y recreación absoluta, éste terminó por deteriorarse.<br />Ella esperaba ansiosa una respuesta por mi parte pero lo único que hice fue agitar la cabeza como signo de aprobación. ¡Maldito orgullo! Me maldije por no saber controlar esa arrogancia de la que tanto pecaba años atrás; me mordí el labio inferior para no girtar y sacar todo el odio que poco a poco me iba consumiendo entre llamas de rencor e ira.<br /><br />- Sé que ya no soy nadie para robarte tu tiempo de esta forma tan... como diría... ¿absurda? Sí, eso es, absurda. - se levantó del sofá y sacó algo de su pantalón. - Parece mentira que tenga treinta y nueve años, y quiera seguir enfrascada en juegos de crías, ¿verdad?<br /><br />El tono sarcástico de sus últimas palabras avivaron aún más las llamas que me roían por dentro sacando a la luz todos esos reproches que intenté esconder tras miles de murallas.<br /><br />- Echaba de menos ese humor negro con el que impregnas las palabras incluso en las situaciones más... ¿absurdas decías, no? - Intenté morderme la lengua y retroceder unos pasos, pero fue inútil. - No me estás robando el tiempo, me lo estás regalando. Durante estos años lo único que hice fue malgastar mis energías en batallas sin sentido entre mi cabeza y... los recuerdos; los tuyos, los nuestros... Si quieres jugar, juguemos; no tengo nada mejor que hacer, ya he perdido veintiún años, no importa perder unas horas más.<br /><br />La claridad que la pequeña lámpara daba al desván iluminó un poco su verde mirada y un brillo nostálgico empañó sus ojos. Su cuerpo estaba rígido intentando nos sucumbir a sus deseos de derrumbarse y caer rendida al suelo a suplicar cientos de perdones y disculpas; pero una mueca de dolor e inseguridad se dibujó en su cara cuando me tendió algo que antes había sacado de un bolsillo del pantalón.<br />Estiré mi brazo y cogí aquel papel que me tendía, no sin antes rozar tímidamente su aterciopelda piel. Una leve sacudida recorrió mi espalda y me hizo cambiar de posición en el sofá. Una foto. ¿Qué tenía de especial? Me resultaba familiar ese lugar, sí... removí por todos los rinconces de mi memoria intentando encontrar por algún lugar algo que encendiera una pequeña chispa para dar con un recuerdo olvidado. De repente quise creer que aquella foto me mostraba esa casa que antaño fue el origen de todos nuestros temores; pero habían pasado tantos años que, inmediatamente, borré ese deseo de mi mente.<br /><br />- Veo que al menos tú pudiste olvidar momentos de nuestra niñez; yo sigo viviendo con ellos, y de vez en cuando de ellos... me dan aliento para mantenerme viva cada día.<br /><br />- No, te equivocas. Sé perfectamente qué lugar es ese; la casa en la que por primera vez en mi vida sentí cómo el miedo corría por mis venas. - La dureza de mi última frase causó un leve terremoto entre ambas y ella giró bruscamente su cabeza con intención de reprenderme.<br /><br />- Pues sigue en pie. Cuando me marché - palabra que inyectó de furia mis ojos - no supe en qué lugar ocultarme. Pensé en venir aquí, pero era demasiado arriesgado, sabía que el primer lugar dónde vendrías a buscarme sería este; demasidos recuerdos de las dos confinados entre estas cuatro paredes.<br /><br />Creí notar cierta burla en sus palabras. En ese momento maldije todas esas tardes en las que ambas nos confundíamos con la otra, éramos tan iguales... y ahora tan distintas que no sabía si atacarla con dardos envenenados o apaciguar mi interior. Opté por lo primero.<br /><br />- Claro, y tenías que marcharte justo el día de mi dieciocho cumpleaños, robarme mis ilusiones de encontrarte al otro lado y... ¿por qué no? Huir cómo una cobarde. - Mis ojos se ahogaron entre mis saladas lágrimas y la voz poco a poco se me iba entrecortando. - Y ahora apareces años después, interrumpiendo la paz con la que llevaba conviviendo más de dos décadas, ¿por qué ahora, dime, por qué?<br /><br />Sus ojos estaban abiertos de par en par, parecía sorprendida por la fortaleza con la que pronuncié aquello.<br /><br />- ¿Paz? Tendría que haberlo supuesto; el transcurso del tiempo pasa para todos... incluso para los corazones que antes eran jóvenes e inexpertos. Imagino que tantos años cambian a una, sí... no tenía esto entre mis planes.<br /><br />- ¿Qué planes? - Un gran signo de interrogación se dibujó en mi cara.<br /><br />- ¿De verdad quieres que te responda? Mírate, toda una mujer; casada imagino, con una preciosa casa en el centro de la ciudad condal, como siempre soñaste, con un buen trabajo, con un luz extraña en tus ojos, ¿de felicidad? Sí, no lo dudo.<br />Llevo observándote un tiempo, apenas llevo aquí unas semanas, pero no fue nada fácil dar contigo. Volví a este desván y lo encontré destartalado; como siempre estaba... la mesa, las estanterías, las sillas... todo lleno de polvo. Ni rastro de tí. - De repente se calló y aproveché para hablar.<br /><br />- Siempre llegas tarde, ¿no lo ves? Volviste a mi vida hace una semana sin apenas avisar, tu cobardía llegó a tales límites que escapaste y corriste calle abajo para que no te viera; pero ya no soy una estúpida adolescente.<br /><br />- ¿Sabes cómo te encontré? Esperé que cumplieras ese sueño de ser periodista y compré todos los periódicos en ese quiosco donde de pequeñas comprábamos golosinas. Leí artículos, columnas y ¡zas!; ahí estaba tu nombre firmando un artículo. Llamé a la redacción del periódico, pero nadie pudo facilitarme tu dirección. Sólo me quedaba una cosa por hacer, esperarte en la puerta de tu trabajo.<br /><br />- Sí, cumplí ese sueño; comprenderás que después de que te fueras y me arrancaras de cuajo algunos de ellos intentara hacer realidad al menos ese. - No podía cambiar ese tono de voz acusador con el que pronunciaba cada frase.<br /><br />- Sé perfectamente lo que estás pensando, aunque no seas una estúpida adolescente como antes dijiste, aún tus ojos hablan por tí. Quieres saber por qué me fuí, ¿no es eso? - Una sonrisa burlona se dibujó en la cara.<br /><br />- Claro que quiero saberlo, por eso estoy aquí.<br /><br />- Bien - Titubeó levemente, se apoyó en la mesa y comenzó - Tuve miedo, se que pude escoger cualquier día para marcharme de aquí y desaparecer de tu vida pero elegí ese. Veinte minutos antes de las doce de la noche de aquel día, estaba sentada en el rellano de tu puerta, sientiendo el calor que salía por debajo, tarareando al otro lado la música que estabas escuchando... Quise llamar al timbre, llenarte de besos y de abrazos, ser valiente y mirarte a los ojos y decirte todo aquello que guardaba tan secretamente dentro de mí y que tan siquera tú fuiste capaz de advertir. Pero no puede, se que si abría la boca irremediablemente te separarías de mí.<br /><br />- ¿Por qué iba yo a separarme de tí? Me parece absurdo que llegaras a pensar eso... ¿de verdad te fuiste por eso? Sabes que jamás te hubiera dejado sola, ¡si eras toda mi vida! - Quise decir más cosas pero un susurro suyo me hizo callar de repente.<br /><br />- Yo no te quería como alguien quiere a una amiga. Yo te amaba, ¿sabes lo que significa eso? Llevaba meses luchando contra deseos prohibidos, estaba confundida. El dolor me hizo incluso llorar lágrimas de sangre... ¡entiéndeme! No pude ser valiente, jamás lo fuí.<br /><br />Se levantó de la mesa en la que estaba apoyada y me dió la espalda.<br /><br />- Otra vez tarde. Vienes tarde, dices las cosas tarde... ¿acertarás algún día?, ¿me dirás o harás algo a tiempo? - Me quería, pero eso era hace años, y yo... yo seguía enamorada de ella. - Si no eres valiente, ¿por qué has vuelto? - Me arrepentí de formular esa pregunta así, tan a la ligera; temí escuchar de sus labios que ya no me amaba.<br /><br />- Demasiadas preguntas. He vuelto a por tí, sé que es tarde, que tendrás una preciosa familia que te estará esperando en casa siempre; pero sabes que yo estoy sola en este mundo. Tan solo me quedas tú. - Se acercó y me cogió por la cintura delicadamente.<br /><br />Nuestros cuerpos estaban rozándose y no supe si aquel era el momento adecuado para dar rienda suelta a mis pasiones.<br /><br />- Te equivocas, nadie me espera en casa, ni un marido, ni un hijo: nadie. - Ahora o nunca, esta era mi oportunidad para renunciar a mi falso orgullo. - Durante años me embriagué con el dulce olor de varios hombres, rocé sus pieles hasta la extenuación, besé desesperadamente labios creyendo que eran los tuyos, reposé mi cabeza en el pecho de hombres que llegaron a amarme como una mujer completa. Les miré con deseo intentando aplacar mis sentimientos hacia tí, abracé con fuerza y me perdí entre brazos protectores.... gasté demasiadas noches en camas ajenas. - Respiré hondo. - ¿Ahora me entiendes? No tenías que haberte marchado... ¿Es tarde?<br /><br />Sus ojos desbordaban una alegría inmensa y se llenaron de lágrimas que empañaban sus verdes ojos. ¿Cómo explicar lo que ambas sentíamos en esos minutos interminables?, ¿cómo repimir los deseos de fundirnos en un solo ser?<br /><br />- Nunca es tarde. Perdóname. - Bajó la cabeza avergonzada, un tímido rubor tintó sus delicadas mejillas.<br /><br />- No hay nada que perdonar; el tiempo pone cada cosa en su lugar, tan solo debemos recuperar el tiempo perdido, compartir esas noches de lluvia y de tormenta que tanto he anhelado estos años. - Me acerqué a ella, sostuve su cabeza entre mis manos y susurré algo a su oído: - Te quiero... gracias por devolverme la vida.<br /><br />En ese momento ella selló mis labios con un tierno beso, todo lo que nos rodeaba comenzaba a girar a gran velocidad, cientos de mariposas anidaban por mi cuerpo. Quise que el mundo frenara y poder conservar ese instante en mi frágil memoria durante mucho, mucho tiempo.</p><p align="right"><span style="font-size:130%;color:#009900;"><strong>FIN</strong></span></p>Kilómetro Cerohttp://www.blogger.com/profile/04872939329600922843noreply@blogger.com2